Walt
Whitman nacido en West Hills, Nueva York fue poeta, enfermero
voluntario, ensayista, periodista y humanista estadounidense. Su
trabajo se inscribe en la transición entre el trascendentalismo y el
realismo filosófico, incorporando ambos movimientos a su obra.
Whitman está entre los más influyentes escritores del canon
estadounidense.
CANTO A MÍ MISMO
Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga de mí, lo digo de ti,
Y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.
Vago……e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
Para ver cómo crece la hierba del estío.
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
De esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
De padres que engendraron otros padres
Que nacieron aquí, de padres hijos de esta tierra
Y de estos viento también.
Tengo treinta y siete años.
Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro comienzo a cantar hoy
Y no terminaré mi canto hasta que me muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Sé cuál es mi misión y no lo olvidaré; que nadie lo olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho
Lo mismo al bien que al mal,
Dejo hablar a todos sin restricción,
Y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza desenfrenada.
El tema principal del texto es la concepción panteísta mediante un proceso inductivo, esto quiere decir, que va de lo particular a lo general, del yo a todo cuanto hay.
En este poema vemos una clara conexión que presentamos todos los humanos, con todo lo que se encuentra a nuestro alrededor. Por eso, Walt Whitman dice que todos venimos, estamos y vamos al mismo sitio, con un sentido del panteísmo. De ahí que, el universo, la naturaleza y el ser humano es uno.